Balances contables para póliza de crédito bancaria. Que miran los bancos.

Es un hecho constatable que el grifo del crédito a las pymes apenas suelta unas gotas desde que comenzó la crisis . También lo es que numerosas empresas, más tarde o más temprano hacen uso de una póliza de crédito para hacer frente a las inversiones o compras de aprovisionamientos sin entrar en desfases en tesorería.

Lejos de buscar la «cuadratura del círculo» o camuflar la realidad contable, puesto que los grandes artificios en las cifras tarde o temprano se acaban volviendo contra la propia sociedad, desde aquí pretendo adelantar las pautas básicas que todo directivo o propietario de Pyme debería conocer a la hora de presentar balances para la obtención de pólizas de crédito bancarias.

Los bancos miran con lupa los balances
Los bancos miran con lupa los balances de las Pymes

Como es obvio, para empezar, la cuenta de resultados debe arrojar un resultado positivo. No tiene sentido «inflar» el resultado para buscar un beneficio lo más alto posible, pues el resultado debe ser coherente con los impuestos que se acompañan para la gestión del crédito e igualmente debe guardar concordancia con  las otras cuentas de resultados presentadas a esa entidad bancaria en otros períodos, en el caso de que se trate de una renovación de póliza.

En el caso de que la sociedad arroje pérdidas moderadas, el mecanismo para  tratar de llegar a beneficios sería periodificar gastos, que no es más que redistribuir un gasto de naturaleza anual, semestral o trimestral en períodos mensuales. Este mecanismo está completamente admitido por el Plan General de Contabilidad. Los gastos más usuales a periodificar son los de seguros, gastos financieros, mantenimiento informático, dividendos, etc..   El problema usual es que muchas asesorías buscan exclusivamente cumplir con las obligaciones fiscales del cliente, dejando de lado las periodificaciones en balances intermedios y por supuesto el análisis de costes y de balances.

Dentro del Balance  de situación  actúan muchas mas variables, con lo que aumenta la complejidad. Como se trata de hacer una introducción que esté al alcance de cualquier directivo, ya que es labor nuestra, como asesores, la de profundizar en la materia técnica del problema, destacaremos las siguientes variables:

Fondo de maniobra: De un simple vistazo se puede comprobar si el activo corriente que figura en balances supera suficientemente al pasivo corriente. Esto determinará la capacidad de financiación a corto plazo de la firma. Cualquier empresa con una rentabilidad mínima normalmente cumple este requisito.

Ratio patrimonio neto/activo total.  La cifra de patrimonio neto estará formada principalmente por el capital más los beneficios sin distribuir (reservas), por lo que es un indicador que últimamente ha cobrado gran importancia para los departamentos de riesgo bancarios. Se debe estudiar en cada caso que porcentaje sería razonable, dejando claro que si son empresas sin proceso de fabricación los bancos piden menores fondos propios. Si este ratio es  demasiado bajo, probablemente los bancos soliciten avales o garantías personales.

Endeudamiento. Porcentaje de las deudas sobre el total del pasivo. Más importante si las deudas son elevadas, ya que algo que mucha gente desconoce es que nuestro banco puede conocer nuestra deuda bancaria registrada mediante una solicitud al Banco de España.

Esperando haber dejado unas pequeñas directrices, y como no es intención mía aburrir al lector, no me extenderé de momento más en este tema.

Imagen: alexskopje

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