La solidaridad es un valor cada vez más presente en la sociedad, y son muchas las personas que buscan su particular forma de ayudar a los demás. En el caso de los profesionales, especialmente de los del área legal, una buena forma de hacerlo es a través de los servicios pro bono.
Esta particular forma de trabajar, que a continuación veremos con más detalle, se ha extendido en los últimos años, porque son muchos los abogados que deciden dedicar parte de su tiempo a colaborar con entidades o personas y poner a su disposición sus conocimientos legales y sus habilidades jurídicas para ayudarles de forma totalmente desinteresada.
Pero, ¿qué ocurre cuando un profesional presta sus servicios de forma altruista, se aplica algún tipo de tributación especial? Es importante tener esto claro para poder prestar un servicio pro bono de forma totalmente legal.
Tabla de contenidos
Qué es un servicio pro bono
Para entender el significado de pro bono primero hay que tener claro este concepto es la abreviatura del concepto latino pro bono publico, que traducido al castellano significa hacer algo para el bien público.
Con este término se hace referencia a un trabajo (suele ser jurídico, pero podría ser cualquier otro trabajo desempeñado por un profesional) que se lleva a cabo de forma voluntaria, totalmente gratuita y desinteresada.
En el caso del pro bono el significado se entiende mejor con un ejemplo:
Una asociación dedicada a asesorar a los extranjeros sobre los trámites que tienen que llevar a cabo para regularizar su situación en España consulta con un abogado diversas dudas acerca de un inmigrante; decidiendo el profesional no cobrarles nada por los servicios prestados.
Cómo tributan estos servicios pro bono
Al analizar qué es un pro bono se ha hecho hincapié en que el trabajo es prestado de forma totalmente gratuita, pero hay que tener en cuenta algunas consideraciones especiales sobre la tributación de estos servicios.
El Código Civil define una donación como un acto de liberalidad en el que una persona entrega gratuitamente una cosa en favor de otra. Por otro lado, la Ley de Mecenazgo señala que las donaciones implican poder aplicar deducciones fiscales sobre las mismas cuando se realizan a ciertas entidades.
Es decir, que alguien que dona a algunas de las entidades previstas en la ley (por ejemplo una ONG) puede deducirse fiscalmente ese dinero. Ahora bien, ¿qué ocurre si lo que se dona no es un bien material sino un servicio?
Se entiende que en estos casos también estaríamos ante un supuesto acogido dentro de la Ley de Mecenazgo, pero, si un despacho (persona jurídica) dona sus servicios a una fundación, no tiene derecho a una deducción por donativos en el Impuesto de Sociedades. De la misma forma, si un abogado tributario fiscal prestara un servicio de forma gratuita a una ONG en principio no tendrá derecho a la deducción por donativos en su declaración de IRPF.
El problema del IVA en los servicios pro bono
A priori, la realización de un servicio gratuito entra dentro de lo que se conoce como autoconsumo y, por tanto, es una actividad sujeta a IVA. La jurisprudencia ha reconocido en varias ocasiones que los servicios prestados de forma gratuita son un autoconsumo gravado, siempre y cuando el servicio profesional se utilice con fines diferentes a los de la actividad empresarial. Por eso, la entidad o profesional que presta el servicio debe repercutir el IVA e ingresarlo en la declaración correspondiente al trimestre en curso.
Pero existen algunas consultas vinculantes de la Dirección General de Tributos, más acordes con la jurisprudencia europea, que señalan que si los servicios pro bono están afectos al desarrollo de la actividad profesional no resulta de aplicación la normativa sobre autoconsumo del IVA, así que no habría que repercutir el IVA del servicio prestado, puesto que este no está sujeto.
En definitiva, si un profesional lleva a cabo un servicio gratuito para una entidad sin ánimo de lucro, y dicho servicio se presta para fines de la empresa y no para fines privados, la operación no está sujeta a IVA.
Consejos para realizar este tipo de servicios
A la hora de desarrollar servicios pro bono es importante que los profesionales tengan en cuenta que ayudar altruistamente a otros tiene beneficios a varios niveles. En primer lugar, porque se ayuda desinteresadamente a alguien que lo necesita. En segundo lugar, porque el profesional se va a sentir mucho mejor consigo mismo y, en tercer lugar, porque este tipo de acciones ayudan a mejorar la imagen del negocio de cara a terceros.
Elegir los colectivos a los que se va a ayudar
Lo primero que hay que tener claro es con qué colectivos se va a trabajar, ya que no se puede ayudar a todo el mundo. Los criterios pueden ser por edad (ayuda a la infancia o a los mayores), o personas que estén en riesgo de exclusión social (inmigrantes, parados de larga duración, etc.)
Es importante que exista cierta relación entre la ayuda que puedan necesitar los colectivos a los que se prestará auxilio y los conocimientos del profesional, así sus servicios serán mucho más efectivos.
Diseñar la estrategia
El profesional que va a dedicar parte de su tiempo a ayudar a otros de forma desinteresada debe asegurarse de que su idea es viable, que va a disponer de tiempo para poder dar un buen servicio. Para ello, es mejor diseñar una estrategia de actuación.
Innovar
No todos los trabajos pro bono tienen que ser iguales, con un poco de imaginación es posible adaptar el servicio a las necesidades de los colectivos que necesitan apoyo y del profesional. Por ejemplo, la ayuda se puede centrar en la revisión de documentación, en consultas telefónicas, consultas por correo electrónico, etc.
La clave es encontrar el mejor sistema para que el especialista pueda combinar su actividad laboral ordinaria con su labor solidaria.
Ser realista
Aunque el profesional desee ayudar a mucha gente, esto no siempre es posible, porque siempre va a estar limitado por el tiempo y por el hecho de trabajar solo. Para evitar situaciones de estrés conviene ser realista y no sobrecargarse de trabajo, porque solo así se puede dar un buen servicio.
Los servicios pro bono son una de las mejores formas en las que un profesional del Derecho puede ayudar a otros, poniendo a su disposición su experiencia y sus conocimientos de forma totalmente gratuita. Pero siempre desde un punto de vista ajustado a la realidad, sin que esa acción solidaria acaba convirtiéndose en generadora de estrés.
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