«Un pasito pa’ lante María, un pasito pa’ atrás»… así rezaba María, el archiconocido éxito musical que popularizó Ricky Martin en los lejanos 90. Exacta perorata que describe el sentir de los pequeños empresarios y avezados emprendedores al comprobar el panorama que dejan los cambios legislativos establecidos en la última Ley de Presupuestos del Estado (con la inefable colaboración de la Ley 16/2013). Si en septiembre la cacareada Ley de Emprendedores les dejó con la miel en los labios, con la sensación de que se podría haber hecho mucho más, las medidas actuales desandan lo previamente andado. Resumiendo:
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Suben todas las bases mínimas de cotización a la seguridad social para autónomos y profesionales en un 2%. Se eleva la base máxima de cotización en un 5% para autónomos y empleados.
- Se incrementan las bases de cotización para autónomos societarios. Si eres o pretendes ser administrador de una sociedad no sólo cotizarás y pagarás – sin derecho a la «tarifa plana de 50 euros»- por la base mínima de cotización, sino que debes pagar aún más a partir de finales de enero, aproximadamente unos 53 euros mensuales. La parte «buena» es que si inicias la actividad por primera vez, te libras los primeros 12 meses de este castigo.
- Aumento de las cotizaciones sociales. Tocará cotizar y pagar por conceptos antes exentos, tales como, plus de transporte, cheques guardería, cheques restaurante o contribuciones a planes de pensiones.
- Se obliga a los autónomos a presentar declaraciones tributarias vía internet. Implica que bastantes profesionales tengan que externalizar esa gestión e incrementar sus gastos.
- Otro castigo que se mantiene. El tipo de retención incrementado para Actividades Económicas, inicialmente previsto para 2012 y 2013, en un 9% (nuevos profesionales) y en un 21% (general), continuará en 2014.
- La posibilidad de ser autónomo a tiempo parcial se pospone hasta el 01-01-2015, a pesar de que legalmente, la Disposición Final Décima de la Ley 27/2011 ya establece tan demandada necesidad.
El único respiro a estas estranguladoras medidas se traduce en la prolongación del tipo reducido por mantenimiento o creación de empleo (tanto para pymes, como para empresarios autónomos). Insuficiente, a la vista del panorama económico actual.
En mi humilde opinión es un importante paso atrás el dado por el ejecutivo, más preocupado de las cifras macroeconómicas que de la realidad empresarial. Y por delante muchas incógnitas en el camino. ¿Para cuando un sistema lineal de cotizaciones para autónomos en función de la actividad? ¿hasta cuando se prolongará la engañosa (aunque necesaria) «tarifa plana? ¿qué nos deparará la Reforma Fiscal proyectada para este año?…