Reforma fiscal I – 5 cambios para la clase media

No nos engañemos. El gobierno no tiene prevista la inminente reforma fiscal para salvar al país del fraude a gran escala o de la economía sumergida (que está a niveles casi tercermundistas de más de un 20%). No, no son tan eficaces. Tampoco lo hacen en plan «Robin Hood» para quitar a los ricos y dar a los pobres. No son tan «buenos».

¿Ciudadanos o cobayas una vez más?
¿Ciudadanos o cobayas una vez más?

El motivo obvio y fundamental de la reforma fiscal, como reconoció muy recientemente Cristóbal Montoro, es «recaudar más». Lo necesitan, quizás lo necesitemos, se lo pide el FMI, se lo pide Bruselas, lo iban a hacer de todas formas…

Y en este incómodo pero inevitable escenario nos encontramos los «curritos», los ciudadanos de a pie. ¿Cómo nos va afectar?. Hasta finales de año no atisbaremos con seguridad ni una parte de las aviesas intenciones del gobierno, pero querido lector, desde aquí nos hemos permitido el lujo de arriesgarnos y apostar por algunas de consecuencias de esta reforma. A saber:

  1. Para el contribuyente medio bajarán las retenciones de IRPF, aunque de forma progresiva y moderada, dado que ésta reforma no acabará hasta 2017.
  2. Respecto al final de la deducción por vivienda, el gobierno no modificará esta ventaja fiscal hasta que agote su legislatura (finales de 2015). Después, si las cosas no van tan bien, suprimirán la deducción por vivienda.
  3. Se tratará de potenciar el ahorro de las familias, pero no para los depósitos y ese tipo de cosas. Se bonificarán los lejanos planes de pensiones. Veremos de qué forma, ya que aportar para un plan de pensiones puede resultar hoy por hoy interesante. Rescatar el dinero es muy muy caro.
  4. Vamos a pagar más IVA. Suena medio bonito decir que es porque se ensancharán las bases imponibles. Si lo traducimos, no suena tan bonito decir que productos por los que pagabas el 4% o el 10% de IVA, vas a pagar el 21% (si no más).
  5. También pagaremos más por impuestos especiales, como el del tabaco y el alcohol.

En definitiva, quizás esta reforma traerá alguna consecuencia positiva (no olvidemos que para 2015, fuera de la reforma, es obligado que baje el IRPF, ya que se ha prolongado a tres años el aumento de tipos temporal), pero a grandes rasgos, no va a servir ni para recuperar el poder adquisitivo ni los salarios de épocas recientes. La reforma fiscal será un inmenso laboratorio humano para tratar de salir de la crisis.

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