Presentación de la Reforma Fiscal en Madrid

El pasado miércoles 26 de marzo, tuvimos el honor de asistir al acto de presentación de la Reforma Fiscal , organizado por el Colegio de Economistas de Madrid y que tuvo lugar en el céntrico Hotel Wellington. Don Manuel Lagares, como presidente de la comisión de expertos, fue el encargado de exponer las líneas de su propuesta de Reforma Fiscal.

En un elocuente y depurado discurso de aproximadamente una hora de duración, comenzó exponiendo algo que ya se presumía. Según sus propias palabras, las grandes líneas de la reforma han sido marcadas por la «troika». Más concretamente señaló que desde la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y la OCDE se les encomendaron a los expertos «10 mandamientos».

Esos «10 mandamientos» se pueden resumir en tres grandes frentes; consolidación fiscal (basada en recortar el déficit público), devaluación fiscal y reducción de impuestos directos. Dicho y hecho. A pesar de defender a capa y espada que se mantuvieron interminables reuniones con los organismos internacionales, tratando de no plegarse a sus imposiciones, su resumen de propuesta de reforma elaborada por los expertos deja muy claro que la misma adolece de independencia política.

Lagareseconomis

Lagares explicó que el informe elaborado por el grupo de expertos consta de más de 400 páginas y que corresponde al gobierno la decisión última de aplicar o no las propuestas de reforma. Simplificando, podemos extraer las siguientes conclusiones de su presentación de la reforma:

  • Se propone reducir los impuestos directos para estimular la economía. En relación al impuesto sobre la renta, hizo mención a los tipos confiscatorios actuales que ascienden a más del 50% y  propone a una reducción de los 7 tramos actuales a solamente 4. «El primer tramo debería situarse en torno al 20%, en lugar del 24,75 % actual». También se recomienda que rentas mileuristas (menores de 14.000 euros anuales) no tributen en IRPF. Sin embargo, no todo son buenas noticias, en su afán por eliminar las múltiples deducciones y exenciones de los impuestos directos, se recomienda que los propietarios empiecen a pagar por vivienda habitual en la declaración de renta. Con esto finalizaría la exención y se pagaría un importe fijo, seguramente relacionado con el valor catastral de la misma. Respecto al impuesto sobre sociedades, también propone una bajada de los tipos, acompañada de la eliminación de numerosas deducciones y exenciones.
  • Reducir la potestad tributaria de las autonomías. La idea a priori puede ser más o menos atractiva, sin embargo, los ejemplos que expuso dan algo de miedo. Impuesto de sucesiones y donaciones más homogéneo, sin exenciones por cuestión de territorios y un tipo mínimo para todos. Otro ejemplo de propuesta es tratar de crear en un futuro un IBI único estatal, admitiendo que el Catastro a corto plazo  no podría asumirlo, dada la heterogeneidad de valoraciones y métodos de valoración. Una vez implantado el IBI estatal,  ya no se pagaría más en la declaración de Renta por la vivienda. Simplificar, pero a costa de fiscalizar aún mas…
  • La famosa devaluación fiscal. No solamente se basaría en ensanchar las bases de IVA (reclasificar productos del 10% al 21%),  sino también de subir el tipo de IVA otra vez más, a cambio de una bajada en las cotizaciones sociales de los empresarios. Lagares negó que con esto bajaran los salarios de los trabajadores. Ok, no bajan, pero sí el poder adquisitivo de la clase media. No obstante, según sus cálculos, la subida del IVA se aplazaría hasta 2016 (qué curioso, después de las elecciones), siempre que la economía y el empleo hayan mostrado síntomas positivos.

En resumen, la reforma fiscal nos deja la impresión de ser un «rescate light», donde al ciudadano se le da por un lado y se le quita por otro. Al empresario parece favorecerle para estimular el empleo. La última palabra la tendrá el gobierno…español o europeo.

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